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La ULPGC participa en una campaña oceanográfica en la zona del volcán de El Hierro
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*Se va a sumergir el minisubmarino ‘Jago’ para intentar entender mejor las formaciones submarinas recién formadas, comparar los flujos de lava y otras estructuras volcánicas
La profesora Magdalena Santana Casiano, del Grupo de Investigación de Química Marina del Instituto de Oceanografía y Cambio Global (QUIMA-IOCAG) de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, participa en una campaña oceanográfica Poseidon a desarrollar en las proximidades del volcán de El Hierro en estos primeros días de febrero. Esta campaña, liderada por el Instituto Oceanográfico Geomar de Alemania, se realiza en el marco del Convenio firmado entre la ULPGC, la Plataforma oceanográfica de Canarias (Plocan) y y Geomar (Alemania) y llevará consigo la inmersión de un minisubmarino para observar el volcán de El Hierro.
Los científicos españoles y alemanes van a investigar la zona con el fin de comprender mejor los procesos derivados de las actividades sísmica y volcánica. Durante los últimos 500 años no se había registrado ninguna actividad volcánica. Pero el 10 de octubre de 2011, un nuevo volcán entró en erupción en alta mar a una distancia de dos kilómetros de la localidad de La Restinga. La erupción fue precedida por un largo período de temblores y de actividad sísmica durante tres meses. Aunque la erupción terminó en 2012, todavía se puede detectar en la isla alguna microsismicidad escasa.
La ULPGC participa en la segunda fase de esta campaña, (del 7 al 15 de febrero), donde con la colaboración de la Plataforma Oceánica de Canarias (Plocan), la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC), el Instituto Oceanográfico Alemán Geomar y el Instituto Español de Oceanografía (IEO), se sumergirá el minisubmarino Jago para intentar entender mejor las formaciones submarinas recién formadas, comparar los flujos de lava y otras estructuras volcánicas. Se recogerán depósitos volcánicos e hidrotermales de los respiraderos y muestras de agua para su análisis detallado en los laboratorios de los participantes.
Uno de nuestros objetivos principales a desarrollar por la científica Magdalena Santana Casiano, de la ULPGC, es estudiar las perturbaciones físico-químicas causadas por la fase de desgasificación del volcán submarino, que comprende los cambios térmicos, la acidificación, la desoxigenación y el enriquecimiento en metales del océano, lo que ha dado lugar a alteraciones significativas en la actividad y la composición de las comunidades de plancton locales.
Durante la primera parte de la expedición Poseidon (del 4 hasta el 7 de febrero), se recuperarán los sismómetros de fondo del océano y se recogerán los datos de un año de experimento sísmico, ya que en febrero de 2015 se amplió la red permanente del Instituto Geográfico Nacional por medio de la instalación de ocho nuevas estaciones sísmicas en alta mar y otras nueve en tierra. Los científicos esperan aprender más acerca de la distribución vertical y horizontal del magma con los datos de microsismicidad registrados. Su objetivo es localizar el origen de los terremotos y averiguar si siguen patrones detectables.
Los científicos aún no tienen claro cómo continúa la agitación sísmica de El Hierro y cuándo va a terminar, pero consideran que los nuevos sismógrafos permitirán una mejor caracterización de las señales sísmicas que se originan principalmente en alta mar debido a la mejora de la cobertura de la isla y sus alrededores.
Existen alrededor de 1.500 volcanes activos en todo el mundo. Emiten enormes cantidades de gases a la atmósfera, incluyendo el agua, dióxido de carbono y dióxido de azufre. Pero mucho más volcanes están en erupción cada año bajo el agua y los científicos que participan en esta campaña están interesados en la comprensión de los flujos masivos de erupciones submarinas y cómo podrían estar contribuyendo a los cambios químicos en los océanos.
El Hierro es la isla más joven del Archipiélago Canario y sus rocas más antiguas datan de 1,12 millones de años atrás. Cubre un área de 270 kilómetros cuadrados, con una altitud máxima de 1.501 metros que emergen 4000 metros desde la profundidad del fondo marino. La forma Y de la isla es el resultado del magma que emerge a través de grietas profundas en la corteza terrestre.