Una docente de la ULPGC explica en The Conversation cómo el español se enriqueció con palabras amerindias

Sara Hernández Arroyo repasa ejemplos de “préstamos lingüísticos” tomados del quechua, el náhuatl o el aimara

La docente e investigadora del Departamento de Filología Hispánica, Clásica y de Estudios Árabes y Orientales, Sara Hernández Arroyo, publica un artículo en la plataforma de divulgación The Conversation con el título “Las palabras amerindias que usamos todos los días” en el que, a partir del concepto de “préstamo lingüístico”, da ejemplos de palabras que el español ha incorporado a partir de las culturas amerindias y sus lenguas.

Inicia el texto la autora explicando que un préstamo lingüístico es “el recurso más habitual para incorporar al vocabulario conceptos u objetos que no existen en el idioma propio” y funcionan como testigos de la evolución histórica de cada lengua: “en el caso del español, nos hablan de sus más de mil años de historia, desde Europa a África, pasando por el Pacífico”.

Las lenguas habladas en el Imperio Inca conservan muchas palabras en la lengua española “gracias, en parte, a los cronistas de Indias como el Inca Garcilaso de la Vega, Juan de Betanzos o Pachacuti Yamqui, que incluyeron esas palabras en sus textos”, y que sirvieron para dar nombre a nuevas realidades desconocidas en el español.

Una de las lenguas amerindias que influyeron en el castellano es el quechua, un idioma que nace en la zona central del actual Perú y de la que no se conservan registros escritos, pues no tenían escritura, por lo que “para mejorar la comunicación entre los colonos y los habitantes de aquellas tierras se comienzan a asignar letras del español a los sonidos del quechua. Aún así, se ha mantenido como una lengua de trasmisión oral hasta hace muy poco tiempo”.

El náhuatl es otra lengua amerindia de gran influencia en el español; hablada por los aztecas, pobladores de la actual México, ha dejado “numerosas palabras en nuestro idioma, algunas de ellas con connotaciones gastronómicas”, como aguacate (ahuacatl) o chocolate (xocoatl). Del aimara, el español tomó palabras como coca, para nombrar a la hoja que se masca para combatir del mal de altura en los Andes, y del taíno (procedente de diferentes islas del Caribe), términos como ají o canoa.

El préstamo lingüístico es una práctica común y estos mismos vocablos citados han pasado a otros idiomas tan dispares como el francés o el japonés. La autora subraya que es “una práctica habitual y muy económica. Nos permite acceder a una palabra para comunicarnos sin pasar por la creación en la propia lengua”.

The Conversation España es el principal canal de divulgación del conocimiento que emana de las universidades. La ULPGC se adhirió en febrero de 2020 a esta plataforma, tal y como se ha auspiciado desde la CRUE-Universidades españolas. Los investigadores e investigadoras de la ULPGC han publicado más de 230 artículos en este canal. The Conversation cuenta con ediciones en Estados Unidos, Reino Unido, Canadá, Francia, Indonesia y África, además de la edición en español.